Días amarillos (bajo techo)

Domingo sediento y no precisamente por una cruda. No sé, posiblemente ya me esté muriendo de alguna enfermedad desconocida y no me han dicho. Quizá el clima de este lugar, tan seco, caliente y desagradable. El caso es que todo el día he tenido sed. Esto aunado a que odio los domingos por largos, densos,pesados y tremendamente grises. Lo único bueno del día fue cierta hora de la tarde donde pareciera que se detuvo el tiempo, una especie de breve día amarillo. Me explicaré: en mi experiencia, los días amarillos son esporádicos, especiales. Días en que la luz se torna amarillenta, como si la iluminación fuera intencional,como si estuviéramos en un estudio y colocáramos deliberadabamente luces amarillas que intensificaran el color de los objetos. Como cuando utilizas un filtro amarillo cuando editas una foto, los que usen photoshop me entenderán bien.

En este caso todos los colores se vuelven intensos, vivos y no, no se trata de un simple día soleado cualquiera; es más bien un momento especial, como cuando la lluvia se detiene y el cielo comienza a despejarse. Se torna amarillo y el clima es perfecto.

Pues hoy no fué del todo un día amarillo, pero hubo un momento en que se asemejó a estas ocasiones especiales que les cuento. Quien sabe, quizá sea que ayer hubo tormenta en casa y hoy, un velado destello amarillo.