Sueños de Junio I

Soñé con aves de colores. La de color azul era especial, la cola era un especie de espiral de plumas. Otra tenía una forma extraña, casi podría jurar que era un pez. Un pez alado evidentemente. Todos de colores vivos y formas caprichosas. Eran muchas, todas posadas en una base de metal en un segundo piso. Eran libres pero no se iban, tenían comida y agua para beber, les gustaba estar ahí aparentemente. 

Era mi casa en un principio, yo no conocía el lugar, mucho menos las aves. Estaba observándolas cuando Julia se acercó a mí, extendió la mano cerrada y me dijo: Lo traje para tí . Puse la mano para recibir lo que se escondía dentro (me daba miedo que iba a encontrar dentro de su mano luego de que mi papá, cuando era niña me dio una cajita como ésta

que cuando recibí pensé  que era igualita a  una en que, días antes le había regalado unos aretes a mi mamá. Obviamente la abrí y cuál fue mi sorpresa al encontrarme en lugar de aretes esto:

Linda sorpresa, ¿no?  Ah sí, el sueño)

Cuando abrí la mano me encontré con un polluelo pequeñito y tembloroso. No tenía idea de qué hacer con él y Julia se fue sin decir más. Lo único que se me ocurrió fue ponerlo en el fondo de la base con las demás, estaba indefenso entre aves grandes y coloridas, piando y casi sin moverse.  Pero yo tenía que irme, sabía que alguien me esperaba y me alejé con remordimientos por dejarlo ahí.  Bajé la escalera y caminé rápido rumbo a la salida, en un edificio que ya no era mi casa sino una escuela en la que alguna vez estuve, pero no recuerdo bien. Al voltear al segundo piso  me encontré con Sergio que fumaba mientras observaba a las aves revolotear y volver a la base.    Volteó a verme y sonrió de una forma extraña.

Estaba a punto de  salir pero me topé con alguien que me dijo Ellas llegan solas. Cuando son demasiadas, él se deshace de ellas perforándoles el pecho con un taladro.   Corrí escaleras arriba y todo era una montón de plumas multicolor y sangre, formaban un nido de cadáveres con alas. En el fondo estaba mi polluelo con una herida que lo atravesaba por completo.

...luego me desperté.