Es el saber perdido el sueñito que me mantenía. Siempre es así S, no es la primera vez, pero eso no evita que duela. A estas alturas ya deberías estar acostubrada, si L ya no está, los demás no podrían ser distintos.
El encantador fonético parece estar de vuelta, quien sabe por cuanto tiempo. Él nunca avisa, como viene se va. Pero algo está claro: siempre llega en el momento, parecen estar sincronizados en la miseria. Pero no te engañes, él también se va a ir.
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