7 de agosto de 2010



Casi se acaban las vacaciones y no sé que sigue. S dice que nosotros no tenemos vacaciones, por aquello del desempleo. El caso es que no sé cuál es el siguiente paso. Aunque quisiera irme estoy irremediablemente atada a la ciudad.  Las opciones aquí son deprimentes, me resisto. Al menos hasta hoy, quizás la próxima semana termine por aceptar lo inevitable y empiece a buscar una vida como la de ellos.

Supongo que eso es lo que sigue. Triste, los planes que insistías en defender, de pronto se convierten en lindos recuerdos y nada más.

Próximamente escribiré sobre mis hijos y todos los detalles sobre cómo se les cayó una pestaña. Mi marido, mi casa geo de cartón y la vida feliz, Pfff...

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