8 de enero de 2011

*


Tengo una secreta envidia por ellos. Se me rompe de a poquito el corazón cada vez que descubro un detalle, algún rastro de todo eso que no es para mí. Pero está bien, porque así tiene que ser y no hay más.
Sólo necesitaba decirlo y seguir caminando.

No hay comentarios: