5 de enero de 2011

Nadie me avisa de nada



Que los patitos de Fundidora ya me están esperando.
Mañana debería ir, pero tengo dos graves problemas: no tengo pan para alimentarlos y tampoco tengo idea si seguimos con acuarela o acrílico.
Tengo ganas de regresar al taller, la dulce rutina que me mantiene relativamente estable. La ligera ansiedad  de salir a la calle y pensar que puedo no volver más. El sonido de los helicópteros sobrevolando Fundidora continuamente, las ambulancias o patrullas en Madero.



Luego los personajes del Roosevelt mientras espero el camión



Pasar por mi ex escuelita y reírme de las caras de angustia de los todavía estudiantes




Sí, extraño ir al tep.  Trataré de levantarme temprano e ir a alimentar a los patos.

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