 |
| Foto que le robé a Jorge [sí, el mismo del video de allá abajo] |
Dicen que estamos a esta hora: 1:23 am a -4 grados, yo siento -15. Creo que desde el 97 que no sentía tanto frío. Aunque mi opinión no es muy confiable porque soy como una viejita que siempre tiene frío. El caso es que en Chipinque y en la sierra de Santiago cayó nieve y yo, enferma y encerrada, la vi sólo por televisión y en fotos. Ayer vino Wilson a visitarme. En la noche caminamos al parque y empecé a gritar porque la mano derecha, ocupadísima ella en sostener mi cigarro, se me congelaba. Poco a poco se puso roja, luego morada. Dolía. Tiré el cigarro que apenas había encendido. El aire helado soplaba en el parque, hería. Ahí fue que pensé en lo terrible de morir de frío, en los que pasarían la noche en la calle. En lo rápido que moriría yo, hipersensible a las bajas temperaturas, ahí afuera. Agregué a mi lista otra forma en la que no quiero morir: hipotermia.
