Tengo ganas de golpear la pared como hace años. Vivía con las manos llenas de moretones, los nudillos raspados y adoloridos, las muñecas marcadas por los constantes navajazos y rasguños.
¿Infantil? bueno, era más joven, mas impulsiva. Ahora, lo patético es que a mi edad tenga ganas de hacer mis berrinches de adolescente.
Pero es que la frustración es cabrona y creo que todavía no sé como descargarla.
Espérenme tantito, voy a caminar a ver si las cosas se aclaran un poco y esta gastritis me deja en paz.
2 comentarios:
en mi juventud/juventud (no mi juventud/tardía, como la que estoy viviendo) me abofeteaba, tube momentos en los que me odié tanto como para abofetearme, a punto de darme puñetazos
me gustaron tus manos
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