
Extraño su voz. La sonoridad cadenciosa de cada palabra, musical como él. Apasionadas, encendidas, rítmicas, precisas, incisivas, según la ocasión. Siempre alguna de ellas reservada para mí. Mayormente las provocadoras, las dulces. Encantador fonético, me hechizaste sin remedio. Heme aqui, un año después presa todavía de tus artes, luego que enmudeciste.
Ahora tu silencio es ensordecedor
3 comentarios:
Ahhhhhh
Qué bonito. Me pasa lo mismo, pero diferente. Osea, igual, pero con alguien distinto.
Aplausos
dejemos de extrañar y vamos a tomar dos...
Muy poetica morra, sepa de quien estes hablando pero igual unas punches cheves a su salud
Publicar un comentario