Sin planearlo, sin preguntar siquiera.
De las formas más improbables terminas relacionado con terceros que me hablan de tu vida. Me actualizan.
Hoy fue L, coincidieron en el trabajo. No estaba segura que fueras tú. Sigue odiándote, sabes. Te acusa de mustio, de hablar poco y no convivir. Le dije que entonces no lo dudara, que sí se trataba de ti.
Al parecer, mientras siga en la ciudad no voy a poder dejarte allá, guardado en la caja de tus cosas.
Al parecer, mientras siga en la ciudad no voy a poder dejarte allá, guardado en la caja de tus cosas.
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