Y no hay más que recoger los pedazos y tratar de armar todo de nuevo. Aquí eso pasó. La casa que tiene meses como zona de guerra hoy empezó a recostruirse. Todo había estado como bajo el efecto de la depresión. Cubierto de polvo, abandonado. Sin el motor principal, la maquinaria simplemente se dio por vencida y dejó de funcionar. Luego de tanto y aunque sea por una estúpida excusa, los engranes se movieron un poco. Volverán a la normalidad, lo sé.
Llegué a considerar lo que dice Lety, poner un anuncio afuera que diga que la casa sigue habitada.
Y nada, estamos en el mismo sitio, considerando que caminar en círculos no lleva muy lejos.
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