Hace mucho que no me sentaba frente a la pantalla, con el cursor parpadeando, sin saber qué escribir. Siempre hay algo, aunque sea unas líneas repetidas e insistentes (ja!), una queja, un dolor nuevo. Algo.
Esta vez me quedé inmóvil y salió esto o está en proceso de salir. Me ocupo más de las imágenes en estos días, que de las palabras. Ellas -pobrecitas- están muy gastadas y faltas de credibilidad, repetidas y perdiendo el sentido. Me duelen, esa es la verdad. Entonces trato de que todo sea música e imágenes. Ahí está, tengo que cuidar lo que escribo. Dejémoslo en que le saco la vuelta a las palabras, para que no duela. Todo sea por olvidarlas.
Mi perro y yo seguimos aquí. |
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