Días difíciles dónde todo está en duda. Muchas cosas se confirman, dolorosamente. Otras siguen flotando. Las peores son las certezas, al menos ahora. Cuando se tienen dudas permanece la oportunidad, aunque se sospeche lo peor. Pero con la certeza no hay más qué hacer. Queda recoger los pedacitos sobrantes -lo que no se llevó- y tratar de componerte. En ese proceso estamos, a veces arrastrándose otras caminando. Días de montaña rusa de la que quieres bajar, alejarte y no mirar atrás. Momento de despertar.