Hace un año andaba por estos rincones rumiando tristezas. Ahora vengo a decir que empieza el mes y que no sé bien qué esperar. Las tristezas del año pasado se han transformado en una pequeña batalla ganada. Una de esas ocasiones en que no esperas más que silencio y a cambio recibes palabras amables con las que no contabas. Esa es mi única novedad y pues nada, que la vida sigue la tranquila rutina individual, mientras afuera en el mundo libran batallas que se han vuelto parte del día a día.
Me divierto pintando, conozco gente que me agrada y otra que no tanto pero al final se equilibran las cosas. Al menos eso quiero pensar.