26 de mayo de 2013

Sábados hormonales


No sé si es cosa hormonal pero es uno de esos días en que lamento estar lejos de la gente que quiero. Los amigos, principalmente. Los que eran, los que ya no son. La más reciente se fue sin despedirse y supongo es la razón por la cual estoy tristeando. Se fue lento y aparentemente sin querer. Se distanció y dijo que no era así, dejó de hablarme, contestar mensajes. Al final se fue. Con un correo de por medio (que ya no contestó tampoco) le dije que estaba bien, que si quería volver sabía donde estoy. No va a volver. Lo sé porque así fue como empezó a distanciarse: excusándose en el trabajo, su mal humor y estrés. No tenía tiempo de contestar, yo estaba exagerando y dos o tres meses sin vernos no eran importantes. 
El problema es que sí la extraño y he postergado reconocer que ya no está. Quizá porque las veces anteriores todo iba mal hasta que nos reuníamos con una amiga -que ahora vive fuera de la ciudad- y hacíamos como que nada había pasado en el inter. Ahora sí pasa o yo siento que pasa. Lo malo es que ella no hará nada para cambiarlo y yo ya hice lo que pude. Luego me siento como en la primaria cuando las amigas te hacían la ley del hielo y ya estoy muy vieja para esas cosas.
Cuando el tema me harta le doy la espalda y me distraigo dibujando, que es lo que hago en estos días. Justo ahora debería ponerme a hacerlo en lugar de escribir en un blog muerto sobre ñoñerías de niña. 
Líneas para alguien que no le interesa el tema y está feliz durmiendo a esta hora.  

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