5 de agosto de 2013

Ciclos



Hoy es uno de esos días en los que te preguntas si en realidad vale la pena seguir intentando. Pasa el tiempo y nada más. Todo está quieto, estéril  Quizá sea sólo yo y estoy buscando culpables.  Soy yo. Es infantil creer en algo que no ha producido resultados en los últimos años. Esa ingenuidad de tenerme (te) fe. Sigo esperando obtener lo que deseo. En balde.
Me canso, desespero y me venzo. Vuelvo a intentar.  Así cada vez, todo el tiempo. Tanto que ya no sé si es OCD o necedad. Círculo vicioso, rutina o compulsión. 

Quiero cortar con todo y aprender a hacer pan. Sacarme los idealismos de la cabeza y pensar en algo más real para mí. Rendirme, rendirme por fin. 
Si él, que dejó pasar una beca en Italia por mí no pudo hacerlo, ¿qué me hace pensar que yo sí? 

Pienso en que sería más sencillo asumir que no voy a tener lo que quiero y dejarme llevar. Un trabajo de oficina no debe ser tan malo, después de todo. Dejar para las tardes libres, como pasatiempo esto y descansar. 

No hay comentarios: